Síndrome de Fatiga Crónica (SFC/EM)


 

El síndrome de fatiga crónica, o encefalomielitis miálgica (SFC/EM), es un desorden debilitante y complejo caracterizado por fatiga profunda que no mejora con el descanso y que puede empeorar por la actividad física o mental. Además, las personas afectadas de SFC/EM acusan numerosos síntomas no específicos que incluyen debilidad, dolor muscular, falta de concentración y/o pérdida de memoria, insomnio, fatiga tras el esfuerzo que dura más de 24 horas, entre otros.

La mayoría de personas con SFC/EM se ven obligadas a reducir muy significativamente la actividad que tenían antes de la aparición de la enfermedad.

La causa o causas no han sido identificadas y no existen pruebas diagnósticas definitivas. Por otra parte, puesto que otras enfermedades tienen como síntoma la fatiga incapacitante, hay que excluirlas antes de diagnosticar el SFC/EM.

 

DEFINICIÓN DE SFC/EM

Un grupo internacional de expertos investigadores SFC/EM fue convocado en 1994 para elaborar una definición del SFC/EM que fuese útil tanto para los investigadores como para su correcto diagnóstico. Esencialmente, para que se pueda diagnosticar el SFC/EM, el paciente debe cumplir los siguientes criterios:

1. Haber tenido fatiga severa de seis meses o más de duración, con diagnóstico clínico de exclusión de otras condiciones de salud que pudiesen provocarla.

2. Que concurran cuatro o más de los siguientes síntomas: deterioro sustancial de la memoria a corto plazo o de la concentración; dolor de garganta; nódulos linfáticos doloridos o sensibles en el cuello o las axilas; dolor inexplicable en los músculos; dolor que se mueve de articulación a articulación pero que no incluye enrojecimiento o hinchazón; dolores de cabeza diferentes de los que ha tenido anteriormente, de diferente patrón o de diferente severidad; sueño no reparador; fatiga tras el esfuerzo que dura más de 24 horas.

Los síntomas deben haber sido persistentes o repetitivos durante seis meses consecutivos o más, y no deben haber precedido a la fatiga.

La OMS tiene clasificado el Síndrome de Fatiga Crónica (SFC/EM) en el capítulo de las Enfermedades del Sistema Nervioso Central con el código G93.3.



OTROS SÍNTOMAS COMUNES CON SFC/EM

Además de los ocho síntomas principales que definen el SFC/EM, se pueden dar otros muchos síntomas, la frecuencia de los cuales varía en cada paciente: Dolor abdominal, intolerancia al alcohol, hinchazón, dolor torácico, tos crónica, diarrea, mareo, ojos y boca secos, dolor de oído, arritmia, dolor dental, rigidez matinal, náusea, sudoración nocturna, problemas psicológicos (depresión, irritabilidad, ansiedad, ataques de pánico, etc.), ahogo, sensaciones extrañas en la piel, hormigueo, pérdida de peso, etc.

 

DIAGNÓSTICO DE SFC/EM

· El diagnóstico del SFC/EM se basa, principalmente, en la clínica del paciente.

· Las personas que presentan los síntomas de SFC/EM deben ser cuidadosamente evaluadas por un especialista para establecer un diagnóstico diferencial respecto a otras patologías con síntomas parecidos, entre las que se encuentran la mononucleosis, la enfermedad de Lyme, enfermedades hormonales, diabetes, esclerosis múltiple, varios tipos de cáncer, depresión mayor y trastorno bipolar.

· Recientes investigaciones indican que menos del 20% de los pacientes con SFC/EM han sido diagnosticados.

 

TRATAMIENTO DEL SFC/EM

Al no conocer su etiología, el SFC/EM aún no tiene curación, por lo que su tratamiento está dirigido a mejorar la sintomatología. No existe un único tratamiento y este debe ser personalizado. En la mayoría de los casos se recomienda una combinación de diferentes modalidades terapéuticas.

Para mejorar la calidad de vida de las personas afectadas, se recomiendan algunos cambios en el estilo de vida, que incluyen, por ejemplo, la prevención de sobreesfuerzos, reducir el estrés, estiramientos suaves y ciertos cambios en la alimentación en combinación con determinados suplementos nutricionales. La comunicación entre el médico y el paciente es una buena base para poder desarrollar un programa adaptado que le proporcione la máxima percepción de mejora.

Las terapias físicas específicas, adaptadas a cada paciente, pueden formar parte del tratamiento del SFC/EM. Se recomienda un acercamiento muy moderado al ejercicio para evitar el sobreesfuerzo, preferiblemente bajo la supervisión de un profesional que conozca bien esta patología.

El retraso en el diagnóstico y en el tratamiento se ha asociado a un peor pronóstico de la enfermedad. Por ejemplo, recientes investigaciones en este aspecto muestran que aquellas personas con SFC/EM desde hace dos años o menos tienen mejores perspectivas. Se desconoce si este hecho se debe a un diagnóstico precoz; sin embargo, cuanto más tiempo pase desde que la persona se encuentra mal hasta que es diagnosticada, peor es el progreso de la enfermedad.

 

EVOLUCIÓN DE LA ENFERMEDAD

El SFC/EM afecta de forma diferente a cada persona y su curso es imprevisible, alternándose períodos de remisión con crisis o “brotes”. Mientras que hay casos en que llega a ser realmente invalidante y las personas afectadas viven sin salir de casa, otros evolucionan favorablemente hasta poder realizar algunas actividades o trabajos, aunque siguen padeciendo algunos síntomas.

Las cifras de recuperación en SFC/EM no son claras. Los porcentajes de mejoría varían entre el 8% y el 63% en estudios publicados en 2005, con una media del 40% de pacientes que mejoran un mayor o menor grado. En cualquier caso, los casos de plena recuperación son muy raros, con una media de sólo el 5% de casos de remisión total.

 

POSIBLES CAUSAS DEL SFC/EM

A pesar de una intensa búsqueda de casi 20 años, las causas del SFC/EM siguen sin conocerse. Las líneas de investigación han contemplado diversos agentes infecciosos, agentes químicos, causas psicológicas, etc. y la búsqueda continúa.

Muchos de los estudios que se están llevando a cabo, se centran en los roles que los sistemas inmunológico, endocrino y nervioso juegan en el SFC/EM. Las investigaciones más recientes trabajan sobre las interacciones de estos tres sistemas.

Los factores genéticos y medioambientales pueden jugar un importante papel en la aparición y/o desarrollo de la enfermedad, aunque se necesitan más resultados para confirmarlo.

El SFC/EM no está provocado por la depresión, aunque las dos enfermedades a menudo coexisten (como en otras enfermedades crónicas, la depresión puede aparecer de forma reactiva ante el sufrimiento y el proceso incapacitante que vive la persona enferma).

 

SÍNDROME DE FATIGA CRÓNICA/ENCEFALOMIELITIS MIÁLGICA (SFC/EM)

En el año 2007, la comisión CFS Name Change Advisory Committee sugirió que el nombre de síndrome de fatiga crónica (SFC) pasase a decirse "síndrome de fatiga crónica/ encefalomielitis miálgica (SFC/EM)", puesto que esta denominación refleja mejor la enfermedad y evita la trivialización a la que puede dar pie el nombre original. En Canadá se utiliza ME/CFS (myalgic encephalomyelitis/chronic fatigue syndrome) y en el Reino Unido se utiliza ME (myalgic encephalomyelitis) para referirse al SFC/EM.

Fuente: Centers for Disease Control and Prevention (CDC). EEUU (2020)

 

Más información sobre el Síndrome de Fatiga Crónica:

Canal Salut
Portal Clínic
Vall d'Hebron

 

 

FM

SFC/EM

SQM

EHS

 

 

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